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Sobre el fin de la Reforma Educativa ¿o de la posibilidad de dejar de ser un país de reprobados...?

  • Foto del escritor: Jesús Omar Rodríguez R.
    Jesús Omar Rodríguez R.
  • 30 nov 2018
  • 10 Min. de lectura

Actualizado: 10 dic 2018


Para iniciar cabe sacar a relucir aquí una breve anécdota: hace alrededor de 4 años tras de visitar el Iztaccíhuatl regresaba hacia Puebla en “ride” en una camioneta. Al pasar por algunas poblaciones aledañas al volcán el conductor se quejaba de los topes en la carretera que lo obligaban a aminorar la velocidad. Era la hora de la salida de las escuelas rurales y había algunos niños humildes caminando por la orilla de la cinta asfáltica.


–“Ni que hubiera puro premio nobel”- comentó. En referencia a que si atropellaba a uno “no se perdería nada” y que era mejor circular sin topes. Me molestó muchísimo el comentario tan idiota (porque no tiene otro calificativo más adecuado) pero no lo hice notar, sino que quise investigar con que tipo de persona estaba tratando. Era un profesionista de posición acomodada que cursaba un posgrado en una conocida universidad privada de la capital poblana.


¿A que viene esta referencia? Más allá de que cualquier vida tiene el mismo valor sea un humilde niño campesino o un “premio nobel” hay algo que reflexionar de esta experiencia. Sólo un pequeño número de estos alumnos de las escuelas rurales o marginadas terminará la educación básica, menos aún llegarán a la media y unos cuantos al bachillerato. Ya ni hablar del nivel profesional.


Pareciera que un gran número de los maestros de estas escuelas justifican en este pronóstico su falta de profesionalismo para impartirle a estos pequeños una educación de calidad:

–“Como quiera no saldrán de sus comunidades, de sus colonias populares. ¿Para qué esforzarse? Aquí no hay “premios nobel”…”-


Así, hacen semanas de 3 o cuatro días con tres o cuatro horas de clase y no importa abstenerse de asistir por estar en “la lucha” marchando, bloqueando o vandalizando. Los mejores promedios de las normales van a las escuelas urbanas, los más bajos a las comunidades más alejadas.


El planteamiento debería ser exactamente opuesto, es decir: dado que efectivamente es altamente probable que estos pequeños no tengan más instrucción académica en su vida que la formación básica es mi responsabilidad como docente darles las mejores herramientas para su vida en este tiempo que tienen la oportunidad de asistir a la escuela.

Enseñarles a leer y escribir adecuadamente para que puedan informarse cuando requieran, leer un contrato, una escritura e incluso aprender por su cuenta. Ahora con el acceso a los dispositivos como tabletas con archivos precargados, estos niños podrán acceder a miles de lecturas aunque no tengan internet con tal que tengan la posibilidad de cargar la batería del aparato, si no hay luz en su comunidad incluso con un pequeño panel solar para ese fin.


Capacitarlos muy bien en matemáticas básicas para que puedan hacer sus cuentas cuando alguien les vaya a comprar su cosecha y no sean timados por vivales, calcular cuanto van a pagar realmente cuando les ofrecen un crédito y no caigan en manos de usureros que acabarán despojándolos de sus tierras. Que aprendan por ejemplo que el sexo de un bebé lo determina el hombre, no la mujer para no seguir viendo esos casos donde los hombres recriminan y humillan a sus esposas por “no darles un hijo varón”. La educación que reciban esos pocos años determinará no sólo el futuro del niño o niña sino de la familia que formará.


Enseñarles a estos pequeños que la exigencia de un derecho no exime del cumplimiento de las obligaciones, es decir, bien podrían ir a hacer una marcha o protesta después de impartir clases a los niños. Eso se llama integridad. Que falta hace que los maestros vean aquella película de Mario Moreno (Cantinflas) llamada “El profe” y asuman un poquito de esa voluntad de cambiar vidas que presenta el personaje del maestro Sócrates.


Todo esto viene a colación porque estamos a un par de días de la toma de gobierno y que con ello según ha declarado el próximo presidente se derogue la “reforma Educativa”. Aunque pocos quieren darse cuenta, (pues al asociarla con el sexenio más corrupto del México moderno causa rechazo) se trata de un monumental retroceso para la educación de millones de niños mexicanos.


-“Nunca más se volverá a humillar a los maestros”- Declaró López Obrador en días recientes al tiempo que anunciaba también el fin de las evaluaciones, ahora serán “voluntarias”.


Difiero totalmente, al maestro, al verdadero docente de vocación, se le humilla cuando se le pone al mismo nivel que personas sin preparación que se encuentran frente a un grupo por haber comprado la plaza o haberla heredado y que además de eso, no tienen la mínima intención de formarse para que, ya que consiguieron la plaza por un medio “alterno” (por decirlo de alguna manera), por lo menos impartan educación de calidad a los alumnos.


Al maestro se le humilla cuando los ascensos e incentivos no se basan en su trabajo avalado por una evaluación y sus reportes de trabajo sino que son otorgados a discreción por los líderes sindicales que tienen el control de los mismos.


Al verdadero maestro, ese que se desvive por sus alumnos, se le humilla cuando se cede la las presiones de grupos de choque como la CNTE que además de vandalizar dejan sin educación a millones de niños aunque siendo francos, quizás sea mejor que esas personas estén ahí que al frente de un grupo. ¿Se imagina a sus hijos siendo alumnos de uno de estos personajes?


Aún más preocupante es que aunado a la derogación de la reforma educativa, esté la propuesta del nuevo presidente de eliminar el requisito del examen de admisión para ingresar a la universidad. Si el nivel de los egresados del bachillerato no fuera tan deficiente, sino al contrario, sobresalieramos a nivel mundial, esta propuesta podría tener alguna justificación pero en nuestra condición actual es una barbaridad. Me pregunto si el próximo presidente dejaría la salud de su menor hijo en manos de médicos egresados de un sistema como el que pretende instaurar. El examen de admisión es un filtro necesario porque además obliga a los aspirantes que no están adecuadamente preparados a adquirir los conocimientos que les faltan para poder sustentarlo, así de tener éxito y ser admitidos ingresarán ya con competencias y conocimientos mínimos que se requieren para cursar una carrera profesional. Lo cierto es que actualmente, aún con exámenes de admisión la gran mayoría de los alumnos de nuevo ingreso al nivel profesional presentan una formación por debajo de lo esperado.


Me permito a continuación compartir el siguiente artículo escrito por un servidor en septiembre de 2013 al fragor de las protestas masivas por parte de los “trabajadores” de la educación que dejaron sin clases a millones de alumnos varias semanas en medio de un mar de información falaz a los padres de familia.



Reforma Educativa, entre mitos, rumores, protestas y realidad.

Por: M.C. Jesús Omar Rodríguez Revoredo Septiembre 2013

«El que no sabe y sabe que no sabe, al menos será prudente»


Las redes sociales han sido un campo prolífico para que los detractores de la actual reforma educativa difundan infinidad de rumores sobre los supuestos males que traerá, sin que las aseveraciones que presentan estén fundamentadas.

Tristemente están convenciendo a la gente que no se ha tomado ni siquiera la molestia de leer el documento original (que puede descargarse en el siguiente link: http://pactopormexico.org/Reforma-Educativa.pdf y donde a partir de la página 12 encontrará las modificaciones constitucionales efectuadas) se ostenta como conocedora del tema y sostiene como verdades lo que “le dijeron” o bien lo que leyó en tal o cuál página.


Considero que es una vergüenza que se intente engañar al pueblo infundiéndole miedo a través de elementos que van desde la aseveración falaz hasta interpretaciones malintencionadas de los artículos reformados por lo que a continuación me permito exponer 4 puntos sobre estos “rumores”:


1.- Para empezar vamos a revisar el transitorio 5, fracción II inciso a que ha sido objeto de tergiversaciones que rayan en lo absurdo: que la educación se va a privatizar, que las cuotas serán obligatorias, que los padres pagarán los servicios (agua, luz, teléfono) de la escuela, etc.

Dice así:

“a) Fortalecer la autonomía de gestión de las escuelas con el objetivo de mejorar su infraestructura, comprar materiales educativos, resolver problemas de operación básicos y propiciar condiciones de participación para que alumnos, maestros y padres de familia, bajo el liderazgo del director, se involucren en la resolución de los retos que cada escuela enfrenta;”

La palabra clave es GESTIÓN, en ningún momento establece que los padres, alumnos o maestros serán quienes tengan que pagar los materiales, la mejora de la infraestructura o los gastos de operación y mantenimiento. Lo que indica es que los mencionados actores podrán involucrarse en decidir que es lo que se va a solicitar que se le proporcione a la escuela en función de lo que sus necesidades. Por poner un ejemplo: más pizarrones si hay carencia de éstos o sus condiciones ya no son adecuadas o más presupuesto para energía eléctrica en lugares cuyo clima extremoso requiere del aire acondicionado.

NO DICE QUE LOS PADRES VAYAN A SER QUIENES PAGAN SINO QUE VAN A TENER VOZ PARA DETERMINAR QUE SE REQUIERE SOLICITAR PARA LA ESCUELA DE SUS HIJOS.

Para su tranquilidad agregaré que la fracción IV no se modifica quedando igual:

"IV.- Toda la educación que el Estado imparta será gratuita;"



2.- Entre los “mitos urbanos” se menciona la “desaparición” de las cooperativas escolares porque las empresas como BIMBO, SABRITAS, etc. van a acaparar la venta en las escuelas.

Para empezar, eso ya sucede a pesar de que hace un par de años se prohibió la venta de “alimentos no nutritivos” en las escuelas. Esto gracias a que las empresas lograron librar este obstáculo legal “adicionando” vitaminas a su chatarra.

Por el contrario la reforma en el transitorio 5, fracción II incisos b y c busca fortalecer a las cooperativas y crear microempresas locales:

“…En aquellas escuelas que lo necesiten, se impulsarán esquemas eficientes para el suministro de alimentos nutritivos a los alumnos a partir de microempresas locales, y

c) Prohibir en todas las escuelas los alimentos que no favorezcan la salud de los educandos.”

Es decir, las cooperativas tienen la gran oportunidad de vender, fruta, verduras, licuados y otros alimentos sanos a los estudiantes y por otro lado personas de la comunidad tendrán la oportunidad de crear su microempresa para surtir las escuelas de los alimentos. (Eso claro, si no aparece una “empresa” obteniendo la exclusividad del suministro a los planteles de una o varias zonas por algún favoritismo o soborno.)



3.- Los inconformes afirman que van a perder su antigüedad, sus prestaciones etc. Eso no lo establece la reforma en ningún lado pues eso ya pertenece al ámbito de la ley laboral. Lo que si dice y que es la razón de que los líderes y muchas personas estén detrás de estas protestas es lo siguiente:

Del artículo tercero, fracción III:

“…el ingreso al servicio docente y la promoción a cargos con funciones de dirección o de supervisión en la educación básica y media superior que imparta el Estado, se llevarán a cabo mediante concursos de oposición que garanticen la idoneidad de los conocimientos y capacidades que correspondan. La ley reglamentaria de este artículo fijará los términos para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia en el servicio. Serán nulos todos los ingresos y promociones que no sean otorgados conforme a la ley;”

Es decir, se le acabó a los líderes de las secciones el jugoso negocio de la venta y asignación de plazas pues ésta será centralizada (ojalá realmente se lleve a cabo de manera justa). Se termina también la costumbre de “heredar” la plaza al familiar. Si su hijo quiere una plaza tendrá que concursar por ella como el resto de los simples mortales, es lo justo, “best man for job” dirían los americanos.



4.- Los manifestantes alegan además en sus protestas que ya no tendrán seguridad laboral, yo pregunto, en estos tiempos ¿quién la tiene? Todos los que trabajamos a nivel privado estamos supeditados a dar resultados para conservar nuestro empleo, cuanto más debería ser los que laboran en el servicio público y no sólo maestros, también médicos y funcionarios.

Sin duda los maestros que cumplan con su trabajo y sean competentes para éste no tendrían por qué temer (salvo que exista una manipulación malintencionada de sus resultados en las evaluaciones de desempeño).

Es indudable que a los incumplidos la competencia los va a obligar a salir de su actual “zona de confort” que les permite seguir recibiendo su salario y mantener el puesto aunque no realicen sus labores eficientemente. Los forzará a elevar la calidad de su trabajo, si no por convicción, si por necesidad.


Para rechazar la reforma se escudan también bajo el argumento de que “sus salarios son muy bajos” y no les dan los “recursos para trabajar”, finalmente ese es otro tema.

La reforma no involucra la asignación de sueldos y en todo caso si menciona que la entrega de materiales a los planteles deberá estar garantizada. No hay razón para no aceptar la reforma y adicionalmente exigir un aumento y presionar para que les sea garantizado el suministro de materiales y presupuesto.

En pocas palabras, el hecho de que las modificaciones contenidas en la reforma educativa sean insuficientes no implica que éstas no fueran necesarias.


Otra de sus “inconformidades” es que (según ellos) a partir de esta reforma cualquier profesionista aunque no sea normalista podrá concursar por la plaza y ganarla dejando a éstos en “desventaja”. Parecen ignorar que actualmente hay muchísimas personas en plazas que no cuentan con carrera magisterial gracias a la compra-venta y herencia de éstas.


Es muy triste que a través de mentiras intenten obtener la aprobación del pueblo a sus protestas que les creerá por no se tomarse el tiempo de investigar si todo lo que les dicen sobre los “males de la reforma” es cierto. Más triste aún es el hecho de que los “educadores” de México enseñen que para exigir lo que consideran “sus derechos” sea válido pasar por encima de los derechos de los demás, que el fin, justifica los medios.


Que pena que no piensen en el viajero que por su plantón no pudo llegar a tiempo a la terminal y tendrá que pagar otro boleto, en la emergencia médica atorada en medio del tráfico camino al hospital.


Que pena que tampoco piensen en la madre soltera que cuenta con dejar a su hijo en la escuela para poder ir a ganarse el pan del día, en el taxista que necesita circular para juntar para pagar la cuenta del carro al dueño y a partir de ahí obtener un ingreso para su familia. Ellos no tienen un trabajo fijo, ni un seguro médico y prestaciones, a ellos no les van a pagar el día que no trabajaron como a los maestros que protestan (pues han sumado a sus exigencias está: que no les descuenten los días que no fueron a laborar). ¿Y el día que le hicieron favor de descontarle a los terceros? ¿Hasta cuando el gobierno hará uso de sus atribuciones para restablecer el estado de derecho?


Grave, sin duda, que lejos de escuchar protestas puntuales como “rechazamos la modificación a la fracción “tal” del artículo “tal” por considerar que atenta contra nuestros derechos en estos puntos” sólo escuchamos penosas consignas como “Maestro callado, seguro diputado”. Los manifestantes no tienen conocimiento de la reforma ni dan contrapropuestas, ni siquiera utilizan su raciocinio, sólo hay un ciego seguimiento a lo que el “líder” les dice. Finalmente más que preocuparse por esta reforma deberán interesarse en la elaboración de las leyes y reglamentos que de ella emanen.


Por último, es indudable que por sus acciones y falta de argumentos sustentables perderán credibilidad ante quienes si pueden tomarse el tiempo de investigar, razonar y establecer un criterio y que además no habrá ningún cambio en la reforma aprobada, pero… ¿hasta cuándo se les permitirá tener secuestradas a la sociedad y a la educación?


Aquí está la Ley del servicio profesional docente para quien le interese conocerla: http://www.eluniversal.com.mx/graficos/pdf13/Servicio_Profesional_Docente.pdf

 
 
 

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© 2018 Creado por: Jesús Omar Rodríguez Revoredo

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