Analogía para entender la reforma energética
- Jesús Omar Rodríguez R.
- 30 jun 2016
- 5 Min. de lectura

Mucho se ha satanizado la reforma energética aprobada en este sexenio acusando a los legisladores que la aprobaron de “traición a la patria” sin embargo la mayoría de quienes lo señalan desconocen el tema a profundidad y a menudo son sólo seguidores de personajes radicales con un alto grado de credulidad y poca disposición para valorar otros puntos de vista o hacer una investigación a fondo.
Precisamente por esa credulidad, intolerancia e inmediata descalificación de cualquier opinión distinta no me había tomado el tiempo de redactar estas líneas pero creo que a pesar de todo hay algunas personas pensantes que puedan valorarlas y analizar con más cerebro que fanatismo la situación actual.
Para esto vamos a hacer una analogía. Imaginemos a los recursos petroleros como un rancho bajo las siguientes premisas:
1. El “dueño” del rancho es el pueblo de México, quien sin participar directamente, recibe las ganancias del mismo.
2. El “administrador” del rancho es el gobierno federal.
3. El “caporal” son los funcionarios y sindicato de PEMEX, quien tiene a su cargo a los “trabajadores del rancho” (trabajadores de PEMEX) que se encargan de las labores habituales del rancho.
4. Con regularidad este “caporal” debe contratar “trabajadores externos “ para realizar labores especializadas para las que no cuenta con personal o equipo adecuados (electricistas, mecánicos, etc.) Estos últimos serían en nuestra analogía las empresas que trabajan para PEMEX en exploración y producción (oceanografía, schlumberger, Halliburton, etc.)
Tenga bien en cuenta esos tres puntos ya que permitirán entender el antes y después de la reforma.
Antes de la reforma.
Antes de la reforma “el caporal” se encarga de hacer producir el rancho con “sus trabajadores” y mediante la contratación de “trabajadores externos”. El problema es que este “caporal” se enriquece pues cuando un “trabajador externo” le cobra $1000 pesos le dice al “administrador del rancho” que fueron $2,000 llevándose una buena tajada. Además debido a que hay muchos “trabajadores externos” ofreciéndose a hacer las labores requeridas este “caporal” les pide dádivas económicas por otorgarles el trabajo llevándose una tajada más.
Así “el administrador” tiene gastos operativos altísimos por lo que la ganancia que acaba entregando al “dueño” del rancho es mucho menor de la esperada.
Después de la reforma.
Un buen día el “administrador” (gobierno federal) se da cuenta de la situación y decide que “el caporal” (funcionarios y sindicato de PEMEX) deje de enriquecerse ilícitamente. Para ello ya no será el “caporal” quien contrate los “trabajadores externos” sino que el administrador tratará directamente con ellos. El “caporal” se limitará a sus actividades habituales en el rancho con sus propios trabajadores.
Esta sin duda es una buena noticia para los “trabajadores externos” que esperan ya no tener que estar otorgando dádivas para que se les asigne un trabajo y tienen la esperanza de que se le otorgue a quien dé el mejor presupuesto.
Esto favorece al “dueño del rancho” (pueblo de México) siempre y cuando no sea ahora el “administrador” quien comience a realizar las actividades ilícitas que realizaba el “caporal”.
El que no queda conforme es el “caporal” que ha perdido las grandes ganancias que le proporcionaba el manejo de los trabajadores externos así que para tratar de seguir haciéndose de dinero decide despedir trabajadores y saturar de trabajo a los restantes a realizar mismas labores. Por ello vemos ahora una gran cantidad de despidos y liquidaciones de trabajadores de PEMEX.
Eventualmente el “caporal” verá que pese a ello las ganancias no se comparan con las que tenía antes y ante el agotamiento de los trabajadores que se quedaron terminará por abandonar el racho. Es decir, PEMEX terminará en la quiebra.
Conclusiones.
Hace una década cuando egresé de la maestría en Ingeniería energética y que se había destapado el robo incansable de combustibles, no de ordeña de ductos, sino directamente de las intalaciones de PEMEX obligando al presidente FOX a instruir a la SEDENA a custodiarlas, alguien me preguntó que necesitaba México para que esta corrupción acabara le contesté: “Cerrar PEMEX, es una entidad tan llena de corrupción que no hay forma de sanearla. Lo que se requiere es terminar con esa empresa y crear desde cero otra que asuma sus funciones y que esté vigilada con lupa para que no acabe siendo la misma cloaca.” -“Eso que sugieres se antoja imposible pues hay demasiado de por medio como para que algo así pueda ocurrir” me contestó.
Hoy, más de una década después parece que algo parecido está pasando. Las empresas ya no tratarán con PEMEX sino directamente con el gobierno federal para las labores de exploración y producción. Vamos a ver si no al final tenemos un esquema igual de corrupción.
Sin duda a esta reforma le faltó asegurar a los trabajadores salientes de PEMEX, digamos negociando con las empresas que estos fueran los primeros en ser tomados en cuenta para laborar con ellos por ejemplo.
Después de esto como puede ver quienes están contra esta reforma muy probablemente se encuentren en realidad protegiendo los intereses del “caporal” que se niega a ver agotada su mina de oro. Aquellos que hablan de la mafia del poder están a favor de otra mafia de poder ya sea en el sector energético o en el educativo.
El propio Andrés Manuel López Obrador, quien sataniza esta reforma, admitió en 2008 que era necesaria la participación de la iniciativa privada en la actividad petrolera. http://mediosenmexico.blogspot.mx/2008/03/acepta-amlo-inversin-de-la-ip-en-pemex.html
Quiero hacer notar que muchos “activistas” contra la reforma energética hablaban de como las transnacionales “iban a llegar” al país a extraer el petróleo. Lo cierto es que estas no necesitan “llegar”, ya han estado aquí desde hace mucho tiempo pero trabajando para “el caporal”.
En la parte eléctrica la reforma resulta de gran utilidad pues permite a particulares producir energía eléctrica y entregarla a la red nacional. Antes de esta reforma las grandes empresas podían producir energía para auto-consumo con la opción de vender el excedente a la CFE al precio que esta última determinara. Ahora se pueden tener medidores bi-direccionales es decir que si la electricidad que produce un particular excede sus necesidades puede entregar el excedente a la red y cuando sus necesidades sean mayores de lo que produce puede tomar lo que necesite de la misma red eléctrica. Es como si tuviera una especie “batería” para almacenar la energía producida. Los resultados son visibles pues en Esperanza, Puebla se abrió recientemente un campo de energía eólica y los paneles solares son un negocio a la alza.
¿Es probable que la CFE esté en riesgo de quebrar ahora que los particulares pueden producir electricidad e incluso venderla a la red nacional? La respuesta es sí. Esto debido a que al igual que PEMEX la CFE tiene “caporal”, “trabajadores” y trabajadores externos” que ocasionan que los gastos de producción sean debido a la corrupción muy altos. Por ello nuestro recibo de luz está “subsidiado”, por ello el costo de producción del KW-h de un particular será menor. Decía con mucha razón un profesor del ITESM: “los subsidios son un premio o parche a la ineficiencia y la corrupción”. En otros países en lugar de subsidios se dan incentivos fiscales, esos resultan ser un premio a la eficiencia.
Para concluir, hay que ser claros, la reforma no entrega el petróleo a las empresas sino que les da la opción de trabajar extrayéndolo. Por supuesto hay que vigilar, además de que se respete el medio ambiente trabajando de manera sustentable, que lo que reportan que extraen realmente sea lo que obtienen pues no faltará quien quiera hacer negocio reportando menos y consolidando un continuo robo a la nación.
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